miércoles, 20 de marzo de 2013

Amar verdaderamente en el perdón de los pecados

En segundo lugar podemos ver como la mujer que ha pecado y se ha visto en peligro de muerte de pronto se ve socorrida por Jesús y cuestionada por él en relación a quien le acusa en ese momento a lo cual ella reconoce diciendo «nadie Señor» y Jesús sentencia: «Yo tampoco te condeno, vete en paz y no vuelvas a pecar» ¡Qué experiencia tan maravillosa y liberadora! para la mujer en particular pero también para el grupo de gente que acusaba  a esta mujer;  nosotros hermanos podemos sacar mucho provecho de todo ello pues como mencionábamos antes, tampoco estamos exentos de pecado, pero hay que seguir creciendo en la fe, tomando mayor conciencia de nuestros pecados, pero sobretodo de la misericordia divina, de ahí la importancia de acudir al sacramento de la reconciliación cuando el sacerdote nos dice «Yo te absuelvo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Vete en paz tus pecados han sido perdonados»

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En oración

Muchos saludos en estos momentos en que estamos viviendo El el tiempo del adviento.