domingo, 15 de junio de 2014

Hoy es Domingo, Día del Señor. La injusticia mal de todos los tiempos.

 La injusticia fruto del mal y de las decisiones erróneas de nuestro tiempo.



En las lecturas de este domingo podemos encontrarnos con un hilo conductor que lleva precisamente a ser más conscientes del papel que tomamos cada uno de nosotros en  el desarrollo de la justicia en nuestro tiempo; tal vez muchos de nosotros hemos participado de manera directa o indirecta en el desarrollo de la injusticia en nuestro tiempo, por eso es menester que estemos atentos a lo que Dios nos pide: «Aquel que no está contra nosotros, está con nosotros» como creyentes podemos pensar que estamos en lo correcto y querer “prohibir” a aquellas personas que hacen el bien pero que no están con nosotros, cuidado, porque esto lleva a la intolerancia. Jesús enseña que aquellos que expulsan demonios en su nombre aunque no sean allegados son personas que al hacer esto en nombre de Jesús, después no van a hablar mal de él. Es el descubrimiento paulatino de la persona de Jesús el Hijo de Dios.


En los domingos pasados:

Jesús enseña. Jesús enseña a través de preguntas que hacen que  reflexionemos para poder dar una respuesta acertada, pues nadie quiere dar una respuesta inadecuada a cualquier tipo de pregunta que se nos dirija y menos sabiendo de quien viene; no solamente con preguntas nos va enseñando Jesús sino que además nos pone ejemplos muy concretos para que podamos captar con mayor claridad lo que nos quiere transmitir, esto va originando en cada uno de nosotros una mayor conciencia de lo que Dios nos ha dado, de esta manera Jesús va generando en nosotros una confianza en él cada vez mayor de manera que se puede decir que nos está “edificando” con sabiduría y amor pues no violenta nuestro crecimiento sino que lo incentiva a través de las preguntas y los ejemplos. Cuando tenemos mayor claridad de las cosas no solamente actuamos confiados en los momentos tranquilos sino que inclusive en los momentos de “prueba” somos fortalecidos por Dios ante la humillación y la tortura que son frutos de los males que aquejan a la humanidad. Jesús hace que nos demos cuenta de que hemos recibido muchas bendiciones de Dios y quien se deja instruir comienza a producir frutos buenos, excelentes, al principio un tanto escasos y después abundantes cuando ponemos en práctica sus enseñanzas y soportamos con paciencia las pruebas más difíciles, siempre mirando al crucificado, con nuestros ojos bien abiertos contemplándolo en la cruz y con la firme esperanza de que Dios nos sostiene y cumple su palabra. Los frutos de un buen cristiano son como hemos leído el dia de hoy: la docilidad de los niños para dejarse instruir, la pureza de alma, la paz interior, la misericordia vivida, la comprensión de uno mismo y de los demás, la imparcialidad que deja ver al hermano y la sincerdidad entre otras cosas.
Dios les bendiga queridos hermanos, que tengan en familia un excelente domingo.


Tener fe. Hoy en la actualidad como en otros tiempos se nos pide que tengamos fe, que las cosas van a salir mejor cuando dejamos todo en las manos de Dios, pero ¿Es así? La mayoría de nosotros puede estar convencido que será así, al menos en teoría lo pensamos así, pero nuestra fe se ve retada cuando nos encontramos en momentos muy dificiles de nuestra existencia o el de nuestros seres queridos, cuando se nos  habla de enfermedades que no pueden ser tratadas en la actualidad o simplemente la muerte. Es ahí donde podemos constatar el tipo de fe con la que contamos, se tratará de una fe ciega, una fe razonada o una fe que nace del amor con el cual estamos correspondiendo a Dios. No dejes que este domingo pase de largo, que solamente vayas a Misa porque tienes que ir, sino porque nos hemos encontrado con Dios y sabemos que Dios no nos abandona. Vive con Dios.

Misioneros. No se trata solamente de llevar como nombre "misionero" sino serlo en verdad, con todo lo que conlleva: riesgos, peligros, etc. Pero hay que decir aquella palabra que el Señor nos ha encomendado, sobre todo con el propio testimonio. 

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En oración

Muchos saludos en estos momentos en que estamos viviendo El el tiempo del adviento.