lunes, 30 de junio de 2014
domingo, 29 de junio de 2014
Itroduccion
Uno de los temas que sin
duda alguna ha sido tratado con mucha frecuencia dentro del ámbito eclesial, ha
sido el tema de la identidad sacerdotal, tema que se ha abordado desde varias
prospectivas, como la teológica,
psicológica, social etc. Esto denota claramente la grande importancia y el
influjo que tiene en nuestros días este tema y la importancia que la Iglesia
católica ha puesto ante una realidad que vive actualmente, puesto que un número
considerable de sus ministros por falta de un conocimiento adecuado pero sobre
todo de una vivencia autentica de esta identidad sacerdotal, han golpeado a la
Iglesia.
Podríamos decir que uno de
los documentos más valiosos que la iglesia ha elaborado en esta perspectiva, es
sin duda alguna, la exhortación apostólica, Pastores dabo bobis. Que aborda el
tema de una manera profunda partiendo de los fundamentos principales para un
conocimiento autentico, poniendo muy en claro que esta identidad sacerdotal
tiene su raíz en la naturaleza de la formación que se ha de dar en los
candidatos en visas al sacerdocio.
Preambulo
«El espíritu del Señor sobre
mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva» Lc 4, 18a
He querido iniciar con esta
cita bíblica, puesto que ha sido el punto de partida y el hilo conductor que
los padres sinodales han seguido al reflexionar atentamente sobre la naturaleza
y misión del sacerdote, subtitulo que nos encontramos en el segundo capítulo de
esta exhortación apostólica pot-sinodal y del cual considero se puede partir
para descubrir cuál ha de ser la identidad sacerdotal.
Ante una grande preocupación
de los padres sinodales, consientes de
la inminente crisis de identidad
sacerdotal que se vivía en los primeros años después del concilio vaticano II,
se enfocan en buscar las líneas de acción para hacer frente a tan preocupante
problema para la iglesia universal, pues la pérdida de miles de
sacerdotes, daba a nuestra Iglesia un
grande golpe.
El punto fundamental y del cual parten los padres, es
la reflexión seria y profunda que realizan para poder llegar a un conocimiento
recto y profundo de lo que es esencialmente la naturaleza y la misión del
sacerdocio ministerial, reflexión que a lo largo sobre todo del segundo y
tercer capítulo, nos dan a conocer cuál es
la identidad sacerdotal, dónde se
fundamenta y hacia dónde se dirige.
Es impresiónate, como los
padres sinodales, en este deseo por encontrar el fundamento ultimo y esencial,
han podido sabiamente guiados por la luz del Espíritu, descubrir, en la
Santísima Trinidad, el fundamento único
de la identidad sacerdotal. Ya que la naturaleza y la misión del sacerdocio
ministerial, no se pudieran comprender si no es por medio de las relaciones que
brotan de la Santísima Trinidad, puesto que, en virtud de la consagración
recibida, el sacerdote es enviado por el Padre, por medio de Jesucristo, que
siendo Cabeza y Pastor, el presbítero se ha de configurar a Él, para vivir y
actuar con la fuerza del Espíritu Santo al servicio de la Iglesia para la
salvación del mundo.
Es así, que partiendo de esta relación fundamental
trinitaria y sabiendo que gracias a la
configuración recibida por la ordenación, el sacerdote encuentra de manera más
propia, su plena y verdadera identidad en Cristo sumo y eterno sacerdote,
cabeza y pastor, podemos ahora poner de relieve algunos de los aspectos
esenciales que nos ayudaran sobre todo a
conocer y comprender, esta identidad sacerdotal.
1.- Cristo mediador perfecto.
Partiendo primeramente del
aspecto de mediador perfecto que
encontramos en Jesucristo, quien sin escatimar nada de sí, se ofrece hasta el
extremo de la cruz abriéndonos así el acceso inmediato a Dios, nos muestra la
verdadera dignidad y misión del sacerdocio, poniéndonos de frente al rostro del
sacerdocio de la nueva alianza, que no es otro que el acontecimiento de su
pasión, muerte y resurrección.
Por lo tanto, sería falso y
un grande error buscar vivir una
auténtica y verdadera identidad sacerdotal, prescindiendo de una vivencia
propia de este fundamental misterio, ya que si a semejanza de Cristo, el
sacerdote es el mediador humano entre Dios y los hombres, esta
mediación sin duda alguna se ha
de vivir también hasta el extremo,
entregando la propia vida para la salvación de los que se nos han confiado. Ya
que al igual que todos los fieles, en la consagración del bautismo, el
sacerdote ha recibido el don a la santidad, don que lo obliga principalmente a
él como instrumento vivo, representante y mediador de Cristo, a aspirar a la
perfección, aun en medio de las debilidades y flaquezas humanas, pues nos dice:
«sed perfectos, como mi Padre es perfecto». Mt 5, 48
2.-
Cristo buen Pastor.
El siguiente aspecto los encontramos en Cristo buen Pastor, ya que podemos ver claramente cómo es Jesús mismo
quien se presenta como el buen Pastor pues dice: «yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas»”
Jn 10,11 un pastor que no solo es de Israel sino de todos los hombres, pues
como pastor, siente una grande compasión de la gente que están como ovejas sin
pastor, dispersas y descarriadas. Por eso, siendo consciente de su
tarea-misión, cuida de sus ovejas, las
conoce, las llama por su nombre, las congrega y sabiéndose sobre todo que no ha
venido a ser servido sino a servir, es capaz de donar su propia vida en favor
de ellas.
Propio en esta manera son
llamados a vivir los presbíteros, ser
una transparencia del único y supremo pastor frente al rebaño que se les ha
confiado, puesto que habiendo sido configurados ontológicamente a este Cristo
Buen Pastor, tienen como responsabilidad prolongar esta presencia del único y
supremo Pastor, de imitar y revivir su misma caridad pastora.
3.-
Cristo Cabeza y Pastor, esposo de la Iglesia
Este es
uno de los elementos que los padres sinodales han resaltado mas, ya que
resaltan sobre todo que con la consagración de la ordenación sacerdotal, los
presbíteros son configurados con Jesucristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia, lo
cual convierte al mismo presbítero, en el
Esposo de la Iglesia y como tal, ha de estar al frente de ella,
poniéndose a su total servicio, tanto de
la Iglesia particular como de la Iglesia
universal, puesto que en la relación del sacerdocio con Jesucristo y en Él con
su Iglesia, se encuentra lo que es el
ser y el obrar del sacerdote, su misión y su ministerio.
Esta configuración con
Cristo cabeza y pastor, exige del sacerdote una verdadera caridad pastoral,
para poder ejercer fielmente el servicio en favor del cuerpo místico de Cristo
que es su Iglesia, ya que Jesús es el verdadero esposo y el sacerdote ha de
vivir esta situación esponsal ante la comunidad, puesto que es llamado a ser imagen viva de Jesucristo
Esposo, siendo un autentico testigo del amor de Cristo como esposo, amando con
ese mismo amor en una entrega total, continua y fiel.
Sabiéndose por lo tanto, que no está sólo en
la iglesia, sino que está al frente de la Iglesia, ha de ser muy consciente que
ha recibido del mismo Cristo, el don de guiar a su Iglesia mediante la potestad
espiritual, servicio que ha de realizar impulsado por la gracia del Espíritu
Santo y considerándose primeramente siervo, para poder ser cabeza.
Conclusión
Después de haber enumerado
estas características, que sin duda alguna, nos dan el parámetro y sobre todo
nos ponen de manifiesto lo esencial de la identidad sacerdotal, quisiera
terminar resaltando lo que los padres sinodales ya han puesto de manifiesto en
esta exhortación pero que sin embargo considero
es el punto clave para no perder el hilo conductor que nos llevará a vivir una autentica identidad sacerdotal,
puesto que queda propio al sacerdote el renovarse continuamente y profundizar cada vez más la conciencia de ser
ministros de Jesucristo, en virtud de la consagración con El, como: Cabeza y
Pastor de la Iglesia.
sábado, 28 de junio de 2014
jueves, 26 de junio de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
La Familia... tan importante y tan maltratada
Qué tiempos nos han tocado vivir, la familia como institución, como célula primaria de la sociedad es maltratada y a veces pudiera dar la impresión de querer desaparecerla tal cual la conocemos todavía hasta el día de hoy. ¿Es tan difícil pensar en un padre, una madre e hijos? Lo que no es nunca va a ser, aunque en nombre de la razón pensemos que hubiera otras posibilidades. Hay que llamar a las cosas por su nombre, lo que es pan es pan y lo que es faminia también. Tan sencillo como eso. No compliquemos más las cosas.
martes, 24 de junio de 2014
Querido Joven; Descubre Tu Vocación
Son muchas las interrogantes que puedes tener, lo importante es seguir tu corazón pues de una u otra manera podemos confiar en la intuición a la hora de tomar decisiones, hay que arriesgar aunque en ocasiones resulte doloroso, pero si no se "avienta" uno puede lamentarse después el no haber tomado la decisión en el momento justo.
Descubre tu vocación... sigue a tu corazón y con ello sigues a Jesús.
lunes, 23 de junio de 2014
viernes, 20 de junio de 2014
miércoles, 18 de junio de 2014
CORPUS CHRISTI: Esto es mi cuerpo, ésta es mi sangre
Reflexionemos en el misterio de la Encarnación, algo que no debe pasar desapercibido en nuestro itinerario espiritual, porque es en este momento cuando las Promesas de la Salvación comienzan a cumplirse....Dios-con-nosotros.
“Esto es mi cuerpo, ésta es mi sangre”
No son solo palabras que se dicen y ya, tienen una
importancia mayúscula cuando sabemos de quien vienen, son palabras del hijo de Dios, de Jesucristo Señor
nuestro, por eso es importante que meditemos sobre quién es Jesús, porque
contrariamente corremos el riesgo de que su mensaje no llegue verdaderamente a
nuestro corazón y solo se pueda quedar en la mente de quien escucha. Jesús es el Hijo de Dios
esa es la Verdad. Cuando creo en Jesús lo invito con mi disponibilidad a que
obre sus maravillas en mí mismo, no queda en promesas sino entra a mi corazón y
se comparte conmigo. Dios se manifiesta tal cual es y puedo verlo y tocarlo
porque está conmigo, se ha quedado con nosotros sacramentalmente en el pan y el
vino consagrado… ¡Qué maravilla! Pero exige fe y un corazón abierto, exige humildad
ante el misterio… ¿Crees tú esto?
domingo, 15 de junio de 2014
Hoy es Domingo, Día del Señor. La injusticia mal de todos los tiempos.
En las lecturas de este domingo
podemos encontrarnos con un hilo conductor que lleva precisamente a ser más
conscientes del papel que tomamos cada uno de nosotros en el desarrollo de la justicia en nuestro
tiempo; tal vez muchos de nosotros hemos participado de manera directa o
indirecta en el desarrollo de la injusticia en nuestro tiempo, por eso es
menester que estemos atentos a lo que Dios nos pide: «Aquel que no está contra
nosotros, está con nosotros» como creyentes podemos pensar que estamos en lo
correcto y querer “prohibir” a aquellas personas que hacen el bien pero que no
están con nosotros, cuidado, porque esto lleva a la intolerancia. Jesús enseña
que aquellos que expulsan demonios en su nombre aunque no sean allegados son
personas que al hacer esto en nombre de Jesús, después no van a hablar mal de
él. Es el descubrimiento paulatino de la persona de Jesús el Hijo de Dios.
Jesús enseña. Jesús enseña a través de preguntas que hacen que reflexionemos para poder dar una respuesta acertada, pues nadie quiere dar una respuesta inadecuada a cualquier tipo de pregunta que se nos dirija y menos sabiendo de quien viene; no solamente con preguntas nos va enseñando Jesús sino que además nos pone ejemplos muy concretos para que podamos captar con mayor claridad lo que nos quiere transmitir, esto va originando en cada uno de nosotros una mayor conciencia de lo que Dios nos ha dado, de esta manera Jesús va generando en nosotros una confianza en él cada vez mayor de manera que se puede decir que nos está “edificando” con sabiduría y amor pues no violenta nuestro crecimiento sino que lo incentiva a través de las preguntas y los ejemplos. Cuando tenemos mayor claridad de las cosas no solamente actuamos confiados en los momentos tranquilos sino que inclusive en los momentos de “prueba” somos fortalecidos por Dios ante la humillación y la tortura que son frutos de los males que aquejan a la humanidad. Jesús hace que nos demos cuenta de que hemos recibido muchas bendiciones de Dios y quien se deja instruir comienza a producir frutos buenos, excelentes, al principio un tanto escasos y después abundantes cuando ponemos en práctica sus enseñanzas y soportamos con paciencia las pruebas más difíciles, siempre mirando al crucificado, con nuestros ojos bien abiertos contemplándolo en la cruz y con la firme esperanza de que Dios nos sostiene y cumple su palabra. Los frutos de un buen cristiano son como hemos leído el dia de hoy: la docilidad de los niños para dejarse instruir, la pureza de alma, la paz interior, la misericordia vivida, la comprensión de uno mismo y de los demás, la imparcialidad que deja ver al hermano y la sincerdidad entre otras cosas.
Dios les bendiga queridos hermanos, que tengan en familia un
excelente domingo.
Tener fe. Hoy en la actualidad como en otros tiempos se nos pide que tengamos fe, que las cosas van a salir mejor cuando dejamos todo en las manos de Dios, pero ¿Es así? La mayoría de nosotros puede estar convencido que será así, al menos en teoría lo pensamos así, pero nuestra fe se ve retada cuando nos encontramos en momentos muy dificiles de nuestra existencia o el de nuestros seres queridos, cuando se nos habla de enfermedades que no pueden ser tratadas en la actualidad o simplemente la muerte. Es ahí donde podemos constatar el tipo de fe con la que contamos, se tratará de una fe ciega, una fe razonada o una fe que nace del amor con el cual estamos correspondiendo a Dios. No dejes que este domingo pase de largo, que solamente vayas a Misa porque tienes que ir, sino porque nos hemos encontrado con Dios y sabemos que Dios no nos abandona. Vive con Dios.
Misioneros. No se trata solamente de llevar como nombre "misionero" sino serlo en verdad, con todo lo que conlleva: riesgos, peligros, etc. Pero hay que decir aquella palabra que el Señor nos ha encomendado, sobre todo con el propio testimonio.
sábado, 14 de junio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
jueves, 12 de junio de 2014
miércoles, 11 de junio de 2014
martes, 10 de junio de 2014
lunes, 9 de junio de 2014
viernes, 6 de junio de 2014
jueves, 5 de junio de 2014
miércoles, 4 de junio de 2014
martes, 3 de junio de 2014
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