Por Sergio Labrada Hernández
Seminarista del Curso Introductorio
La filosofía es el amor ala sabiduría que nos enseña a
comprender que el hombre no lo sabe todo, ni posee de manera perfecta la
comprensión definitiva de todo, esto se ha descubierto desde el paso de los
siglos desde los griegos pasando por Pitágoras quien se describe como amante de
la Sabiduría, y el reconocido primer filosofo Tales de Mileto, Zenón,
Heráclito, Empédocles, Sócrates, platón, Aristóteles y hasta Boecio, Santo
Tomas de Aquino, Kant, Rusell Heidegger y Bondi todos ellos describe las
cuestiones mas internas del hombre, la sociedad y el mundo que les muestra que
es imposible saberlo todo pero de algo si están convencido que las respuestas más
objetivas las otorga la filosofía.[1]
Con la filosofía investigamos la verdad, penetrando hasta
las últimas razones del saber humano, es por esta y otras razones que es
importante la filosofía para el aspirante al sacerdocio pues a través de ella
puede descubrir su ser, y viéndose en su interior se encontrara consigo mismo,
lo cual lo facilitara a encontrarse con los demás, y ayudarlos a que ellos se
encuentren consigo mismo. El hecho de mantener una educación filosófica dentro
de la etapa de formación del futuro sacerdote podrá llevar a este, al cuestionamiento
de él y de su alrededor, esto lo moverá a la búsqueda de la verdad y al
encuentro son su yo y los demás.
La filosofía se ha convertido para el aspirante al
sacerdocio en un momento esencial de su formación intelectual que ¨lo lleva a
un conocimiento y una interpretación más profunda de la persona, de su
libertad, de su relaciones con el mundo y Dios.¨[2] su
estudio es necesario no solo por las cuestiones filosóficas que se logran
plantear al estudio de esta materia, si no por la situación de pensamientos ,
corrientes, ideologías y posturas, difundidas en nuestra sociedad y en todos
sus extractos, en donde se exalta el libre pensamiento subjetivista, pintado
con tintes de verdad, es a causa de esta situación que se plantea en todos los
seminarios, ¨una sana filosofía que pueda ayudar al aspirante al sacerdocio a
desarrollar una conciencia refleja de la relación constitutiva que existe entre
el espíritu humano y la verdad.”[3] En
la filosofía es seguro que aspirante al sacerdocio le beneficiara de gran
manera a su búsqueda de la verdad, donde surgirá desde su interior una sed que
buscara saciar siempre en la verdad, la cual lo moverá a reconocer que esta(no
es creada por el hombre)sino que el hombre la recibe de porte de la verdad
absoluta, Dios, en donde la razón a pesar de toda o incapacidad por saberlo
todo y puede alcanzar la verdad que en la filosofía (le de un sentido radical
ala existencia).
En la filosofía se encuentra la formación de buenos
pastores, preparados de una manera específica para guiar al pueblo, por esta
razón deben comprenderlo desde el sentido de la razón es ahí donde nace esa
búsqueda por la verdad la cual se encuentra en un sentido más objetivo en la formación
filosófica, al aspirante al sacerdocio se beneficiara en gran manera de esta
formación porque en esta búsqueda se encontrara con el mismo y se verá en un
plano ubicado en su realidad usted se
encuentra aquí lo cual lo facilitara para encontrarse con los de su
alrededor en la luz de la razón y será un pastor para los demás, el hecho de
que el aspirante al sacerdocio pase por esta etapa, es para
que atraviese por un proceso de maduración personal, espiritual, intelectual y
vocacional, que lo conduzca a una mayor consolidación de sus propias
aspiraciones y su visión futura, en un sentido lógico no se puede dar lo que no
se tiene y esa maduración es posible por la filosofía.
La existencia de Dios el aspirante al sacerdocio en una
búsqueda de la verdad llegara en primera instancia a la máxima filosófica la existencia de Dios
donde se cuestiona sobre su existencia en donde el medio que lo rodea le diga
lo contrario a todas las mentes brillantes que la han contestado de manera
afirmativa es ahí donde entra la filosofía y en donde su objetividad da una
respuesta a la necesidad de algún ser superior, que justifique de algún modo
tanto la existencia del hombre como la del mundo.[4]
El papel de la filosofía, dentro de los mismos estudios sacerdotales, mueve
a un humanismo por la verdad visto a través de la realidad y de la fe y es en
esta donde el aspirante al sacerdocio no la puede entender sólo como un acto de
fe ciega, sino que éste presupone, por su naturaleza misma, los motivos de
credibilidad, los cuales son en gran parte de naturaleza filosófica: el
conocimiento de Dios, el concepto de creación, la providencia, el
discernimiento de la verdadera religión revelada, el conocimiento del hombre como
persona libre y responsable. El aspirante al sacerdote tiene, por tanto,
necesidad de la filosofía para asegurar a su fe personal las bases racionales
de valor científico que corresponden al nivel de su cultura intelectual, de ahí
que la filosofía en sí tenga un alto valor pastoral, pues se convierte en un
terreno insustituible de encuentro y de diálogo entre el pastor y su iglesia,
por lo cual es necesario que el sacerdote, al ejercer su ministerio en una
sociedad pluralista en la que cotidianamente se debaten problemas filosóficos
fundamentales, sea capaz de mantener un inteligente intercambio de puntos de
vista con los no cristianos acerca de las cuestiones fundamentales que tocan de
cerca tanto su fe personal, cuanto los problemas más delicados del mundo.
Deseo reafirmar decididamente que el estudio de la filosofía tiene un
carácter fundamental e imprescindible en la estructura de los estudios
teológicos y en la formación de los aspirantes al sacerdocio, no por vivencia
propia sino por las innumerables opiniones de los expertos en esta área
formativa. No es casual que el curriculum de los estudios teológicos vaya
precedido por un período de tiempo en el cual está previsto una especial
dedicación al estudio de la filosofía, prescindir de esta materia causa una la
falta de interés por el pensamiento y la cultura moderna, que ha llevado al
rechazo de cualquier forma de diálogo o a la acogida indiscriminada de
cualquier filosofía.
La Filosofía es indispensable para el aspirante al sacerdocio, por el
sentido de autorrealización que logra en el empleo de esta materia, la cual
abre su entendimiento para realizarse asimismo cuando o hace en su otro y ese
otro es el “semejante que sale a su encuentro como un ser espiritual-personal
de idéntica especie y valor, que nos habré y nos incita a creer, confiar,
querer y amar”, solo en esta realización el aspirante al sacerdocio, lleva a su
pleno desarrollo.[5]
Es indispensable que alguien que va ha ser futuro pastor de un pueblo tan
combinado e incitado por ideologías tan diversas que tientan a la locura este
preparado, es ahí donde se necesitan verdaderos pastores que a la luz de la
razón den respuestas objetivas a las angustiantes cuestiones del ser que
embargan a todo un pueblo, con un conocimiento objetivo, personal y con una
comunión interpersonal el futuro pastor debe afrontar esta realidad, pues el
mismo solo llega a su pleno desarrollo espiritual y personal dentro de la
comunicación humana.[6] La
cual es sumamente indispensable para el trabajo pastoral, desarrollándose en a
la luz de la razón filosófica,
La filosofía le da al futuro sacerdote un conocimiento profundo del hombre
es quien esta dirigido pues su trabajo no solo es comunicar el evangelio a toda creatura (marcos nos 16:15) si no el de elevar su dignidad
humana y para esto es necesario que el guía, pastor, sacerdote lo conozca pues
solo conociendo al hombre se le habré desde adentro una realidad, y es en el
“otro hombre donde se le facilita una mirada personal, a sus pensamientos y
sentimientos a sus ideas y aspiraciones”, nada de esto se puede conocer por una
experiencia objetiva “si no por la libérrima auto manifestación del otro” y es
en el otro donde el futuro sacerdote encuentra su misión de ser, es este tipo
de pensamiento filosófico que nos permite “penetrar en el ser personal del
otro, el cual posee la riqueza de una vida espiritual intima”. No cabe duda
alguna de la importancia de la filosofía en el futuro sacerdote, pues en ella
cabe la renombrada razón de ser del formando, pues el pensamiento filosófico
“exige que nos abramos al otro en fe y confianza, penetrando en el, con
inteligencia compartiendo su propio pensar su propio mundo personal”. Es aquí
donde el hombre en comunión con el o9tro “alcanza la suprema posibilidad de sí
mismo” y es a través de este conocimiento personal se llega a una postura
fundamental de un amor personal.[7]
Amaos los unos a los otros como
yo os he amado (Juan 15:12) la máxima de la misión del futuro sacerdote, llegada siempre a
la luz de la filosofía. Es bajo los diferentes aspectos de la llamada del
hombre al sacerdocio donde se encuentra la cuestiones del ser y Dios, de la
sociedad y uno, de los otros y el amor, con justa razón infundados por nuestro
ser interior que a la luz de la bien aplicada filosofía en la formación sacerdotal
reciben una respuesta objetiva y bien definida para la vida digna
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M. Beuchot
Manual de Filosofía / Noción de Filosofía
Ed. San Pablo México 2011
pp.
9-14
Juan Pablo
II
pastores davo bovis 5ª ed.
Ed.
San Pablo México 2004
52 p.141
M Burgos Antropología: una guía para la existencia 2ª
ed.
Ed. Palabra Madrid
2005
P. 376
E. Coreth
¿Qué es el hombre? Esquema de una
antropología filosófica 4ª ed. Ed.
Herder Barcelona 1982
p.214
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