Dios Padre celestial, que la meditación que hemos llevado a
cabo durante este «Camino de la Cruz» sea una manera de acompañar a tu Hijo
Jesús en su Pasión, Muerte y
Resurrección y asumir de esta manera nuestra propia cruz de todos los días
e ir en pos del Maestro que nos invita a que seamos dóciles a tus inspiraciones
divinas para que tengamos un corazón humilde y agradecido con todos los dones
que tú nos das.
Padre lleno
de amor despierta en nuestros jóvenes y en cada uno de nosotros el deseo de
entregarnos generosamente a tu servicio y al del prójimo de manera que
lleguemos a ser en Jesucristo santos como tú eres Santo.
Espíritu
Santo, danos el don de la perseverancia en el «Llamado» del Señor Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario