martes, 28 de mayo de 2013

Tomar las cosas con serenidad…

El tiempo que se le dedica a resolver  situaciones sin dar un resultado adecuado consume tanta energía que nos “roba” la paz e inclusive sin poder “pegar el ojo” por la noche y es tal el consumo de energía que mina el desenvolvimiento cotidiano y hace que el rendimiento en todos los sentidos sea insuficiente, pero hay un peligro mayor y es el que las relaciones con los demás se debilita a tal grado que termina uno evitando a las personas y se aísla de todo y de todos, pero siempre hay solución inclusive a este asunto que se fue tornando complejo: para tener una vida serena es necesario restablecer la comunicación interrumpida con el interlocutor por excelencia, me refiero a Dios.

Si realmente deseamos saber relacionarnos con las demás personas es necesario cultivar nuestra relación con Dios mismo a través de la oración y la reconciliación, un paso a la vez, pero sin dejar de alternar constantemente, de esta manera se logrará una serenidad espiritual que permitirá el ir resolviendo todas las situaciones que antes no se les podía dar una solución, es aprender a ver las cosas de manera objetiva y  valorarlas en su exacta dimensión.


Que haya paz en tu corazón, vete y reconcíliate con Dios y luego ve y haz la paz con tu prójimo, quien lleva paz en el corazón necesariamente sabrá ser un buen mensajero del amor de Dios.

P. Mario Villanueva
padreniko@gmail.com

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En oración

Muchos saludos en estos momentos en que estamos viviendo El el tiempo del adviento.