Hermanos «No tentarás
al Señor tu Dios» y es que es muy fácil echarle la culpa a Dios de las
consecuencias de nuestras acciones, y es fácil exigirle explicaciones a Dios
cuando se está pasando un trago amargo, pero...
¿Cuando tuve tiempo de
arrodillarme y de darle gracias a Dios por todas las bendiciones que estaba
recibiendo en mi familia, en mi trabajo?
¿Cuándo compartí de los
bienes materiales y espirituales con los que Dios me bendecía con las personas
que me rodeaban?
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