sábado, 8 de diciembre de 2012

Cuatro Pilares Vivos... el proceso del cambio para reencontrarnos con Cristo


Cuatro pilares vivos

Por Jovani Fernández
Seminarista de 3er semestre de fillosofía

Nuestra amada Alma Mater, pareciera que ha sido sometida a un fuerte escrutinio, o que una gigante bola negra  amenazara con derrumbar nuestra casa, sin duda un pilar vivo calló solo, un segundo también, los otros dos por obligación, no quedó de otra, no se trata que el techo fuera muy pesado, es decir, lo de arriba no hacia presión, sino lo de abajo, lo que estaba dentro, las entrañas, ¿no es similar a lo que nos decía Jesús en el evangelio, al recordarnos que lo que mancha el corazón no es lo que viene de fuera, sino lo que ya habita dentro?  ¿No será que el escrutinio lo pide nuestra consciencia?

Los pilares vivos arrancados desde la raíz, pareciera que la historia nos juega una broma, que los valores supremos han sido sometidos a un proceso de desvaloración, como en el nihilismo, ¡se ha comenzado la deconstrucción!, el grito unánime se escucha al unísono, taladrados y martillados  a pedazos, arrancados con sojas y motosierras, a los pocos días el recuerdo se hace vivo, ya no están ¿a poco era tan fácil sacarlos de sus lugares, será que hace mucho ya no estaban allí? ¿Seráque habitábamos un desierto ya de hace tiempo? pobre el hombre que alberga desiertos en su corazón.

Sin duda que, el que ha pensado la más profundo ama lo más vivo, pero lo preocupante es que en nuestra época no estamos pensando, ¿Cómo le haremos para ser realistas?, si realista es aquel que afirma la cognoscibilidad del mundo exterior, ¿hace cuánto nos dimos cuenta de que los pilares se estaban secando?, y no dijimos nada.

Precisamente la deconstrucción ha comenzado en lo que todos tenemos de común, lo que todos miramos, lo que es tan común, que ya ni nos dábamos cuenta que estaba ahí, creo que el temperamento que debemos tomar es de intercesión, en su acepción etimológica,  es decir, ponernos en medio, exponernos a los martillazos y a las sogas. Comenzar a habitar el patio tendrá que ser precedido por una actitud como esta.

Quiero aclarar, deconstrucción no significa en modo alguno negar los valores, ni acusarlos de nulidad, sino al contrario, apropiarnos  estos valores. Puesto que deconstrucción pertenece a la construcción de algo nuevo, renovado, viviente, el conocimiento filosófico y teológico, es a la vez, por su esencia el conocimiento histórico en cierto sentido, que es el conocimiento de aquello que nunca se debe olvidar.

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En oración

Muchos saludos en estos momentos en que estamos viviendo El el tiempo del adviento.