Aquello que no te mata, te fortalece / Una mirada a las crisis

Aquello que no te mata, te fortalece.

Por Gregorio Fuentes Atienzo

Seminarista del Curso Introductorio

Las crisis son parte fundamental de nuestra existencia, a lo largo de la vida nos vamos encontrando con ellas en diferentes momentos. Según Bill  O´Hanlon, existe una forma de crecer a partir de la crisis. Pero ¿cómo podemos lograrlo? Cuando iniciamos con una crisis a veces tardamos cierto tiempo en caer en cuenta de que estamos pasando por ella, muchas veces suele ser ya que vamos en caída libre (aparentemente) y es tan agobiante el panorama que nos damos por vencidos sin siquiera poner “las cartas sobre la mesa” para analizar y salir librados de ésta.

Basándonos en nuestra cultura mexicana y su folklor podemos ahondarnos en los refranes que tanto resuenan casi a diario y recordar por ejemplo, “No hay mal que dure 100 años” y alguien osó en agregar “Ni loco que los aguante”.  Este es uno de los que más suenan en el momento que estamos viviendo alguna crisis, ya sea económica, familiar, laboral, etc. Y muchas veces según la psicología del mexicano, éste tiene la cultura de reírse de sus problemas y continuar como si no ocurriera nada, esto en vez de concluir la crisis solo la pospone y llega a pasar que solo se deja como si no hubiera sucedido nada, y por lo tanto queda abierto.  Después de transcurrido algún tiempo,  nos empieza a hacer eco y es cuando podemos decir “¡Ay!,  otra vez tengo un problema como el de antes”  y es que si hacemos un análisis de ello, en realidad nunca dejamos de tenerlo, lo único que hicimos fue posponer el enfrentamiento.

 La asertividad se manifiesta cuando decimos lo que tenemos que decir justo en el momento adecuado, ni antes ni después. En esta línea, ser asertivo en las crisis es enfrentarlas en el momento que están sucediendo, ni antes ni después, pero claro, siendo conscientes de las herramientas con las que contamos para resolverla, por ejemplo: Tengo una deuda de mil pesos y llega la persona a la cual se los debo, eso me genera una crisis porque no tengo para pagarle, ahí podría utilizar algún recurso familiar, es decir, acudir con un familiar cercano, exponerle la situación y resolverla; sin embargo ¿quedaría resuelta?, en definitiva no; porque lo único que estoy haciendo es aplazar la crisis, cuando llegue el momento de pagarle al familiar ¿Qué hare?

Aquí es el momento para hacer el análisis de cómo podría crecer en esta crisis. En un primer momento, es evidente que ya no debo de pedir más dinero prestado, y encontrar otra forma de resolver mis crisis económicas, la más convencional es trabajar, para obtener mi propio sustento y el de mi familia. Y así con este ejemplo tan cotidiano para algunos, podremos concluir que es común dejar las crisis sin terminar.  Se hace pertinente entonces aprender que, cuando estamos en una crisis debemos:

1.- No tomar decisiones apresuradas: Esto puede genera una crisis mayor en caso de no tomar la decisión correcta.

2.- Tratar de equilibrarnos: Es un tanto complicado, sin embargo es un signo de madurez que cuando estemos en crisis nos demos el tiempo para vivirla tal cual está sucediendo, y dejar un momento para analizar punto por punto como se podría resolver y cuál es la forma en la que saldría más satisfecho.

3.- No todas las crisis van a terminar bien: De los males, el menor, esto es que siempre tomando en cuenta la gravedad de las cosas busquemos el bien común, sin embargo hay ocasiones en que casi todas las resoluciones no nos favorecen. Será necesario tomar la decisión en la cual ya equilibrado termine de la mejor manera posible.

 4.- Hacer un análisis “post-crisis”: Es decir, después de la crisis, hacer el recuento de los daños pero también ver que me dejo de positivo; es decir ¿Qué puedo aprender de esta crisis?, ¿Cómo puedo evitar en un futuro una crisis como esta?, En caso de que llegase a presentarse una crisis como esta, ¿cómo la resolvería?

Una virtud en la que nos podemos apoyar a lo largo de la crisis es la de la Esperanza, la cual nos dice que “Todo va a estar bien”, “Animo, tu puedes”, “Vamos”. Y si usted, lector es un ser creyente, pues es otra de las maneras con la cual podremos salir adelante y llegar al cierre de la crisis como alumnos de la vida con un grado más.