Entonces preguntó: Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo?... Lc 9,20
Esta parte del Evangelio me ha gustado mucho, cada vez que la releo me recuerda que para seguir al maestro es necesario aclarar quién es él, porque tantas veces podemos tener una idea totalmente equivocada, algo que no ayudará al crecimiento de la persona ni de la comunidad, por eso es que es tan importante esta pregunta... pero al final no podemos dar una respuesta válida, sino es por la inspiración del Espíritu Santo, de ahí que debemos mantenernos abiertos al don de Dios, que debemos pedirlo constantemente, de manera que nos instruya y que nos ayude a reconocer quién es Jesús...es el Señor.
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