Amen a sus enemigos, hagan el bien a aquellos que les odian, bendigan a aquellos que los maldicen, oren por aquellos que les maltratan. Lc 6, 27-28
Cada vez que leemos este fragmento del Evangelio nos recuerda que hay que romper moldes viejos, es decir no reaccionar mal con mal, cuando se nos hace un mal y respondemos con un bien estamo deshaciendo circulos viciosos, pues cuando una persona responde un golpe con otro golpe, no hace sino reforzar la maldad en el mundo, pero cuando responde el golpe que le han dado con un bien, no solo deshizo esta cadena pesada de maldad sino que muy probablemente este ganando un alma para el Señor.
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